Big data y retail. Prórroga

en Business Intelligence: Retail & B2B on octubre 23, 2019

Big Data, el mejor aliado del nuevo retail?

Así es, estamos de vuelta. Si no tuviste bastante con todas las ideas sobre posibles estrategias que puedes aplicar en tu negocio de retail que te explicamos en nuestros anteriores artículos, “Big Data y Retail. 1a Parte” y “Big Data y Retail. 2a parte”, significa que eres una persona inquieta y con ganas de comerte el mundo. Nuestra más sincera enhorabuena, porque la gente como tú es la que tiene más números de alcanzar el éxito. 

También dice mucho de nosotros, que hemos conseguido captar tu atención. En efecto, prometimos algo fuerte para nuestra tercera entrega sobre el Big Data aplicado al retail, y aquí lo tienes.  

Para empezar, como persona inquieta que eres, sabes que la transformación digital ha revolucionado muchos sectores y que el retail no es una excepción. Pero eso no quiere decir que sea un sector que vaya a desaparecer, como dicen algunos partidarios del “apocalipsis del retail”. Recuerda que la materia no se destruye, se transforma, y con el retail pasa lo mismo. No es una sustitución, es un cambio. ¿Y cuál es exactamente ese gran cambio? La experiencia del cliente. Por eso es cada vez más importante conocer bien a nuestros compradores.

Un correcto uso de los datos, por ejemplo de los que se obtienen de cada transacción, puede ayudar a adelantarse a la demanda del cliente y a poder ofrecer una mejor respuesta a sus necesidades. Si te fijas, verás que, al fin y al cabo, todas las estrategias están relacionadas con la experiencia de cliente. 

Quédate con: la experiencia del cliente ha pasado ser el objetivo número 1. 

Con esta reflexión, encaramos esta nueva entrega de estrategias que puedes aplicar en tu negocio. Ahí te van ??

PREVISIÓN DE VENTAS

Prevenir es mejor que curar, lo hemos sabido siempre, pero hasta hace algunos años era bastante difícil aplicar esa máxima al retail. Gracias al Big Data, podemos elaborar previsiones de ventas con menos margen de error. Como es lógico, esto supone una reducción del gasto, ya que permite ajustar la producción, la logística y los recursos disponibles a un número más realista de ventas previstas.  

Y ahora nos diréis, “esto parece muy fácil de decir y difícil de hacer”. Pues bien, de entrada contamos con la inestimable ayuda de la tecnología o business intelligence, que es la que se come gran parte del “marrón”. Y, para poner en marcha una estrategia de previsión de ventas, una de las claves está en la selección de la herramienta tecnológica más adecuada para nuestro caso. Si hacemos bien esta parte, y sabemos qué queremos medir, la solución tecnológica hará el trabajo sucio y será capaz de predecir, con mayor o menor margen de error, las ventas futuras.  

¿Cómo lo hace la “máquina”? 

Bueno, es problema suyo, pero si insistes te diremos que utiliza métodos como el llamado “modelo autorregresivo integrado de media móvil”, que es un modelo estadístico que utiliza variaciones y regresiones de datos con el fin de encontrar patrones para una predicción hacia el futuro.  

 Te lo traducimos, este modelo te permite planificar mejor la reposición de existencias, con lo que, cada vez más, van a ir quedando en desuso expresiones como “disculpe, se nos han agotado las hamburguesas”. De la misma forma, te ahorra problemas de exceso de existencias de un producto determinado o de productos en general. Y, muy interesante, permite sacar el máximo partido a los mejores lugares, días y horas para la venta. Vamos, que se hace difícil entender cómo funcionaba nuestro negocio sin tecnología.  

Quédate con: las técnicas de previsión significan un incremento de la rentabilidad debido al crecimiento de las ventas y la maximización de la eficiencia a nivel de stocks.

big data

ANÁLISIS DE FIDELIDAD

El consumidor deja tras su paso una gran cantidad de datos que podemos aprovechar para conocerlo mejor y fidelizarlo. Y eso, en un mundo como el actual, en el que los clientes cambian de proveedor a la mínima que algo no les gusta, es importantísimo, y más cuando la oferta de la que disponen es inmensa. Por lo tanto, con lo que cuesta ganar un cliente, hay que retener a los que tenemos como sea, y la única solución es gestionar bien la experiencia de cliente.

Preocuparnos por la experiencia de cliente significa que debemos situarlo en el centro de nuestra estrategia, lo que nos permitirá llevar a cabo acciones de marketing digital absolutamente personalizadas (por ejemplo, diseñando las mejores ofertas para esa persona en concreto o disponer de todo su historial de compra cuando nos contacta). Y, además, este seguimiento permite poner en conocimiento de la empresa otra información muy relevante: las alarmas de abandono (clientes que hace tiempo que no compran o que han mostrado su insatisfacción debido a una incidencia, etc.). 

Una buena estrategia de fidelización gira en torno a 3 puntos clave: 

  • Reconocer quiénes son los clientes fieles a través de sus datos, como por ejemplo el número de transacciones, el volumen de facturación, etc. Para ello será importante disponer de un CRM adaptado a las necesidades de dicha empresa.  
  • Identificar patrones de comportamiento, con el objetivo de diseñar estrategias que lo vinculen emocionalmente con la marca. 
  • Realizar una adecuada segmentación a partir de campos clave, como podrían ser, en función de cada caso, la ubicación, la edad, sus intereses, etc. 

En definitiva, la información es poder, pero hay que dejar de ver números y empezar a ver personas. Personas a las que les encanta ser escuchadas, que desean ver resueltos sus problemas o que quieren participar. Al final, es curioso cómo la tecnología nos hace más humanos. 

Quédate con: mantener a un cliente es mucho más barato que captar uno nuevo, así que la fidelización es un aspecto clave del negocio.

REPORTING Y ANÁLISIS DE GRUPOS DE PRODUCTOS

Si es vital conocer a nuestros clientes, no lo es menos conocer nuestros productos. Parece una obviedad, dicho así, pero no lo es tanto. Las nuevas técnicas analíticas nos ofrecen información sobre nuestro propio negocio que podemos desconocer.  

 Seguramente sepamos cuál es nuestro producto estrella, ¿pero sabemos realmente en qué medida se venden todos nuestros productos? Más aún, ¿entre nuestras referencias más vendidas podemos identificar si se corresponden con una misma tipología o categoría de producto?, ¿tienen algo en común los clientes que compran un determinado producto?, ¿qué productos presentan una mayor tendencia de crecimiento? 

 Si no medimos todos estos parámetros, probablemente nos perderemos información de mucho valor. Estos datos nos pueden ayudar mucho a entender hacia dónde va nuestro negocio o nuestros clientes.   

Quédate con: el reporting permite un mayor conocimiento del negocio.